POLÍTICA ANALÍTICA |
Juan Fernando Perdomo |
2025-04-05 /
15:51:16 |
UNA HISTORIA DE AYER |
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De Juan Fernando Perdomo Bueno.
No recuerdo si la persona que me contó esta historia me dijo que era sólo ficción o había sido realidad. ¿Importara la diferencia?
Por eso me gustaría relatarla tal como la escuché.
No había nada. En un principio (¿realmente habrá sido el principio?) sólo existían montes, valles, lagos, ríos... pero nada con vida y movimiento voluntario. En la tierra sólo existía la Máquina Suprema.
La Gran Máquina poseía una enorme memoria,
"inteligencia" y rapidez para hacer las cosas. Era dueña absoluta del planeta y quería crear ALGO para tener quien le hiciera compañía.
La decisión fue tomada y de momento creó una pequeña calculadora capaz de sumar y restar.
Era simpática, pues sus foquitos destellaban según su estado de ánimo, dándole expresión a todo su panel.
Pero la pequeña máquina estaba imposibilitada
constituían. Y así creó un pequeño computador.
Este aparato ya funcionaba de acuerdo con lo que el medio le dictara y tenía capacidades mucho más elevadas que aquella pequeña máquina de dice digitos en su pantallita.
La nueva computadora fuo creando, a su vez, nuevas computadoras, que incrementaron la población de la Tierra. Ahora podían "nacer" miles por minuto en todo el Planeta.
Creo que todos estariamos equivocados si pensáramos que la vida de las máquinas era sencilla.
Ellas no se escapaban de las engorrosas idas a la escuela, en donde tenían que aprender a funcionar con propiedad, así como acelerar la velocidad de impresión, lectura de datos... y otras habilidades y destrezas.
Por eso decidieron crear algo que les hiciera su trabajo para no tener necesidad de pensar ellas o, cuando menos, para evitarse ciertas operaciones triviales.
Y si bien eran ejercicios ordinarios, cumplían una función vital para las máquinas: se hacía necesario practicarlos para evitar que se atrofiaran sus dispositivos electrónicos.
Se preguntaron una y otra vez qué era lo que debían crear para evitar trabajar en las cosas sencillas.
Pasaron días, años...
El hombre, así lo llamarían, debe ser inanimado y sólo funcionara dediante pulsos sensibles, además no podrá hacer nada si no se le programa.
Creado al fin un hombre, la escuela era más fácil.
Eran terribles las preguntas que les hacían en los exámenes a las pequeñas máquinas: ¿Qué sientes por los demás?... Y que sólo podía descifrar ese aparato con sentimientos: ¡El hombre!
Desde entonces el planeta se vio infestado de estos artefactos. Inclusive los pequeños "cálculos sentimentales" los hacían por medio de ellos.
Había todo tipo de hombres: tristes, alegres, malos, buenos, simpáticos, jóvenes, grandes, chicos... Y afirman que la ciencia llegó aun hasta crear los "de bolsillo".
Las mejores academias tenían grandes hombres capaces de hacer mil veces mejor lo que uno
pequeño podía ejecutar.
No fueron cien, ni mil, ni un millón de años los que
tuvieron que pasar para que existiera una evolución más completa. Yo lo resumo porque fueron pasos tan lentos que nunca acabaría de contar lo que sucedió.
Las máquinas nunca estuvieron satisfechas de sus logros y cada vez querían perfeccionar tanto al hombre como se pudiera, sin medir las consecuencias.
Ahora era el hombre el que desarrollaba sentimientos, tanto así que las mismas máquinas declaraban su amor por medio de él.
No sé qué pasó. Ni siquiera me puedo explicar el cambio tan brusco en la situación. Sólo sé que por no usar sus propios sistemas, las máquinas atrofiaron sus dispositivos. Se convirtieron en chatarra y el hombre sí pudo seguirse perfeccionando pues había desarrollado dos
características de las más
importantes: La sensibilidad y la inteligencia.
La ahora llamada "humanidad" hizo una limpieza total de sus memorias para evitar crear esos entes máquinas que realmente eran flojos y sin sentimientos.
Eso me cuentan a mí. Aunque parezca una historia ridícula se me hace enteramente verosímil.
¡Sí, eso es!
Bueno, pues ya los entretuve demasiado... ¡Y yo tengo muchas cosas que hacer! Estas tediosas tareas e investigaciones....
Ahora voy a programar mi computadora de 20
Gigas y 800 mhz para que resuelva esa aburrida ecuación... GOTO 456, END.
Abril 1976 |
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