Es profundamente doloroso que la violencia en nuestro país sea grotescamente “normal”. Su frecuencia y amplificada presencia parece otorgarle una identificación como rasgo idiosincrático nacional de nuestro mundo cotidiano, en el que son comunes las taras sociales y la convivencia con poderes ilegales, poderes fácticos y formas de asimilación social, en buena parte del territorio, lo que confronta los nichos discursivos de que como país vamos muy bien y que obviamente niegan la realidad.
Esa violencia tan presente en nuestro día a día, afecta de forma trasversal a una sociedad que por la capacidad de influir en la generación de miedos y de estructuras de poder, reconoce en ella nuevos mecanismos de control individual o colectivos que, por intereses específicos, criminales o no, actúan con acciones de barbaridad y arbitrariedad, con tonos inhumanos.
En las estructuras criminales, la violencia que se ejerce construye verdaderos esquemas de control paralelos al estado, frente a un enorme grado de descomposición institucional. Los gobiernos deciden y comparten las posibilidades de extracción económica y los “negocios”, con quienes detentan esas violencias y poderes. Es así que el ejercicio de la violencia desde estos grupos y aliados, genera entramados de intereses múltiples que no solo asumen consideraciones económicas sino manejos políticos y sociales. De la mano de lo anterior la violencia individual contra las o los débiles, ya no como parte de un proceso organizacional criminal sino de sujetos, en lo individual, que se asumen con el poder y la fuerza para ejercerla.
La descomposición cruza todos los límites, avasallando las prioridades éticas y morales y los derechos humanos de todos. El sector de la sociedad que supuestamente debiera ser resguardado como son las niñas, niños y adolescentes, sufren cada vez más los embates de una violencia que carcome las posibilidades de convivencia de nuestras sociedades. El brutal asesinato en Sonora, a balazos de tres hermanas niñas, y su madre, es un claro ejemplo de la espiral de violencia que sufre este grupo vulnerable por razones de edad.
La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) entrega datos de los primeros 4 meses de 2025, que ofrecen un panorama cruel y desalentador de esa violencia ejercida, realizando una comparativa de los primeros 4 meses del 2024 con los del 2025.*
• Corrupción de menores (de 806 a 954: un incremento de 18.4%)
• Extorsión (de 105 a 114: un incremento de 8.6%)
• Homicidio (de 750 a 757: un incremento de 0.9%)
• Lesiones (de 6,876 a 7,254: un incremento de 5.5%)
• Secuestro (de 18 a 20).
Donde, dice REDIM, destacan como máximos históricos, las siguientes formas de violencia.
• Los 954 casos de corrupción de menores de niñas, niños y adolescentes observados en el país durante 2025 representan el máximo histórico desde que se tiene registro (2015).
• Los 114 casos de extorsión de niñas, niños y adolescentes observados en el país durante 2025 representan el máximo histórico desde que se tiene registro (2015).
• Los 7,254 casos de lesiones de niñas, niños y adolescentes observados en el país durante 2025 representan el máximo histórico desde que se tiene registro (2015).
Los datos son alarmantes y aterradores. Los estados donde más se ha registrado violencia en este 2025, para niñas, niños y adolescentes, son EDOMEX, CDMX y Guanajuato, y respecto específicamente de feminicidios, han sido EDOMEX, Tabasco y Veracruz.
La violencia registrada por REDIM, sin duda muestra otro lado doloroso, trágico de esa realidad negada por los gobernantes, quienes buscan esconder sus responsabilidades en el control de la narrativa, en la captura de los contrapesos, en la opacidad, en los otros datos, en el pasado muy pasado, donde ubican a sus némesis, pero que al final de las cuentas, en ese pasado ya se encuentran ellos que llevan 7 años contando sus mentiras, que más temprano que tarde les reventarán en la cara.
DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA
El estadio Luis “Pirata” Fuente, con inversión de 1,600 millones, monumento a la incompetencia, la opacidad… y mucho más.
*Delitos contra niñas, niños y adolescentes en México (a abril de 2025). REDIM mayo 27 2025.
Blog de datos e incidencia política de REDIM—Derechos de infancia y adolescencia en México
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