Mujeres exigen justicia por violencia de género, mientras Sheinbaum celebra a puertas cerradas que 'llegamos todas' el 8M. | ||||||
Miles de mujeres se manifestaron en la Ciudad de México en el primer Día Internacional de las Mujeres bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, quien conmemoró la fecha dentro de Palacio Nacional, sin mencionar a madres buscadoras ni víctimas de feminicidio. | ||||||
Domingo 09 de Marzo de 2025 | ||||||
Por: animalpolitico.com | ||||||
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La jornada comenzó desde muy temprano con expresiones artísticas y movilizaciones convocadas desde distintos puntos para culminar en el Zócalo, donde las murallas colocadas para salvaguardar el Palacio Nacional y la Catedral sirvieron como lienzo para la pinta de consignas entre la que destacó el “No llegamos todas”, en respuesta al discurso oficial. Mientras, la presidenta Claudia Sheinbaum conmemoró el 8M dentro de Palacio Nacional, acompañada por integrantes de su gabinete, representantes de pueblos originarios y las ministras Yasmin Esquivel, Lenia Batres y Loretta Ortiz. El evento oficial estuvo marcado por los gritos de “presidenta, presidenta”. Sin embargo, no hubo mención a las madres buscadoras, a las madres de víctimas de feminicidio, cuidadoras ni a las víctimas de violencia vicaria. Si acaso, su discurso concluyó con la frase: ‘Ni un feminicidio más, ni un golpe más’. En las calles, la mayoría de los contingentes tuvieron como punto de partida la Glorieta de las Mujeres que Luchan, donde acompañadas de carteles, tambores y flores corearon consignas feministas como “Somos malas, podemos ser peores” y “ni una más, ni una asesinada más”, en un ambiente de fiesta y de acuerpamiento de quienes acudieron para exigir justicia por las víctimas de la violencia. Las autoridades de la CDMX estimaron la participación en 200 mil asistentes. Entre los contingentes, algunas organizaciones como la Red Nacional de Refugios (RNR) y Volver a Casa compartieron información acerca de qué hacer en caso de ser víctima de violencia o en caso de una desaparición, mientras que en otros casos prestaron micrófonos y megáfonos para que las asistentes pudieran realizar denuncias públicas de sus agresores. Pese a que la mayor parte del recorrido de las marchas transcurrió entre vallas metálicas para la protección de los negocios y edificios históricos, estas barreras se convirtieron en espacios en los que las asistentes dejaron huella del paso de la protesta, colocando carteles de denuncia contra deudores alimentarios y hombres acusados de violencia sexual, así como los rostros de mujeres como Ingrid Escamilla, víctima de feminicidio en febrero de 2020, y Pamela Gallardo, desaparecida en noviembre de 2017. A diferencia de otros 8M, no hubo presencia de ateneas ni policías durante la marcha. El pendiente del Sistema Nacional de Cuidados Alison, de 29 años, llegó este sábado hasta la glorieta del Caballito junto con su hija Zoe, de 12 años, quien vive con síndrome de down. Este 8M, dice, salió a marchar por primera vez, para denunciar la discriminación que han tenido que pasar por la discapacidad de la niña y que se garantice que pueda recibir el medicamento que necesita. “Veo esto como un ejemplo para que ella vea que aunque tiene una discapacidad es nuestro derecho alzar la voz, que ella lo tome como un referente, y así como nosotras de niñas teníamos a Barbie, ella vea que otras personas con silla de ruedas, bastón y otros apoyos existen y luchan”, expresó en entrevista. Uno de los principales pendientes del gobierno con las mujeres es el Sistema Nacional de Cuidados, y Alison explica por qué es urgente. “Porque nos ayudaría a nosotras como mamás con hijos con discapacidad a poder trabajar, porque necesitamos a alguien que nos apoye en ese aspecto, porque en mi caso no he podido desarrollarme como persona porque tengo que estar todo el tiempo con mi hija”. Mientras esto ocurre, comentó que continuará viviendo con el apoyo de sus padres, “que me han ayudado desde el principio… y sin ellos la verdad no sé qué sería de nosotras”. Ixchel, otra de las asistentes a la marcha del 8M, coincidió con Alison en la urgencia de contar con un sistema de cuidados para crear una sociedad más equitativa, “porque necesitamos que participen hombres y mujeres”. Apoyada de una intérprete de Lengua de Señas Mexicana, Ixchel compartió que su interés de acudir a la marcha surgió porque ella es una sobreviviente de una relación violenta que duró más de 20 años, y que la hizo caer en una depresión profunda; sin embargo, agradeció contar con un espacio para nombrar las violencias y sentirse fortalecida con el apoyo de sus compañeras, del Movimiento de Personas con Discapacidad. Con sillas de ruedas, bastones, perros de servicio y el apoyo de personas cuidadoras, las integrantes de la colectiva marcharon hasta el Zócalo, mostrando pancartas en las que se leyeron consignas como “Por las que nadie nombra” y “Ni ángel, ni guerrera. Mujer con discapacidad”. El cuidado para personas con discapacidad en el 8M María del Carmen González, de 64 años, acudió a la marcha con su hija Danae Segura de 36, que tiene una enfermedad rara: Síndrome de Williams, por lo que su intención de acudir al 8M fue sensibilizar a la sociedad sobre la existencia de estos padecimientos. Como su cuidadora primaria, exige ser vista: “Nos tienen que hacer caso, porque a veces nos hacen a un lado: vas a los médicos y te dicen ‘no, no tiene nada’, y cuando necesito que pase desapercibida, te dicen ‘no, no puede, porque tiene discapacidad”. Desde su perspectiva, es momento de estar en estos movimientos y alzar la voz para que las personas con discapacidad y sus cuidadoras puedan ser vistas. Como mujeres, asegura que han enfrentado desafíos, incluso con médicas que obstaculizaron su diagnóstico, igual que como ha sucedido en hospitales y escuelas. La mamá y cuidadora primaria de Danae considera que un Sistema Nacional de Cuidados ayudaría mucho para garantizar la atención médica y educativa. “Hemos batallado con el sistema”, acusa. De hecho, cuando era muy pequeña le habían dicho que no podría agarrar ni un lápiz, pero ahora incluso toca piezas musicales y hace manualidades para vender. Por lo pronto, mediante sus cuidados, dice, lo que siempre ha tratado es de enseñarle con hechos a su hija cómo se fomenta el crecimiento y el aprendizaje. Las marchas del 8M igualmente son un aprendizaje para alzar la voz y seguir adelante. En tanto, Alejandra García, de 39 años, acudió con sus hijas Victoria, de 6, y Valentina, de 20. Este año se unieron al contingente de mujeres con discapacidad porque su hija mayor tiene parálisis cerebral. “Ella no puede hablar, pero yo siempre he tratado de ser su voz, entonces este año significa el que ella pueda tener oportunidades de todo tipo en su vida, sin que su discapacidad sea una limitante”, dice Alejandra. Los desafíos como mujer cuidadora han sido muchos: desde poder encontrarle una escuela hasta poder adaptar toda la educación a una persona con discapacidad, al igual que los espacios y poder criarla a pesar de su condición: hacerle sentir que la vida, el mundo y el espacio también es para ella. “A veces, más allá de solo un apoyo económico, que a veces creo que el Estado y el gobierno solo se enfocan en eso, también necesitamos espacios para todas las niñas y todas las mujeres que tienen alguna discapacidad. Sí son gastos, pero el no tener un espacio para ellas, el que no pueda haber una escuela con espacios para sillas de ruedas o intérpretes de lengua de señas, todo eso es algo que se debe generar desde la raíz, que es el gobierno”, señala sobre la falta de un Sistema Nacional de Cuidados. Para ella, ser la cuidadora primaria de sus hijas ha tenido como uno de los impactos principales el cansancio, pues es muy pesado, ya que ha tenido que encontrar cómo ser emprendedora y poder darles un sustento económico y cuidarlas sin dejarlas. Animal Político publicó que casi 20 millones de mujeres pierden oportunidades educativas y empleos formales por cuidar a otras personas. “El empoderamiento se siente, como mamá y como cuidadora, de saber que no estás sola, que hay muchísimas personas más que están para ella, me hace sentir esperanza, mucha esperanza en el futuro”, señala. En particular, el cuidado del contingente fue otro factor que la hizo convencerse de unirse esta vez a las personas con discapacidad, aunque también ha participado en el de madres. Buscadoras y víctimas de feminicidio La jornada de este 8M empezó desde la madrugada en el Zócalo y continuó a las 9:00 de la mañana en la Glorieta de las Mujeres que Luchan, donde el frente de familias Luciérnagas denunció la violencia machista al interior de la organización de colectivos. “Estamos aquí por las circunstancias, por nuestros familiares que fueron desaparecidos; otros más arrebatados de la vida, y además convergemos en nuestra postura y nuestro posicionamiento de cómo queremos que se transforme la organización al interior de las familias buscadoras”, detallaron. Luego, sobre Paseo de la Reforma, donde ya se había cerrado la circulación, madres de jóvenes desaparecidas y víctimas de feminicidio realizaron un performance en el que representaron cómo diferentes autoridades de los tres órdenes de gobierno han ignorado sus peticiones de ayuda. Ahí, Jaqueline Palmeros, quien recientemente encontró en el Ajusco el cuerpo de su hija desaparecida hace casi cinco años, señaló: “Belem Bolaños, jueza del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, ¡culpable! Por liberar a los presuntos implicados en la desaparición de Montserrat Uribe Palmeros”. Para finalizar el performance en la Glorieta de las Mujeres, las madres de víctimas le prendieron fuego a los cartones con la representación de los tres poderes, así como específicamente de fiscalías y servicios forenses. “Asesinos, asesinos, asesinos son ustedes, en la guerra contra el narco las que mueren son mujeres” y “Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir, que el pinche gobierno se tiene que morir”, gritaron alrededor de las cenizas una vez que el fuego consumió la escenografía de cartón que representaba a las instituciones. “No llegamos todas”, el reclamo frente a Palacio Nacional Al llegar al Zócalo capitalino, los contingentes se encontraron con las enormes vallas metálicas. Algunas mujeres decidieron retirarse por calles aledañas, otras permanecieron realizando altares de flores, picnics y denuncias en micrófonos abiertos, mientras que algunas se agruparon frente a las vallas metálicas para golpearlas al ritmo del coro de mujeres que detrás suyo entonaba distintas consignas. Frente a las vallas en las que se leía el mensaje “No llegamos todas”, las manifestantes gritaron “Claudia no es aliada, es privilegiada”, y otras más reclamaron con la consigna “Nosotras te pusimos ahí, ¡escúchanos!”. Casi al final de la manifestación, la Red Rompe el Miedo reportó que en el Zócalo apagaron las luces de la Catedral mientras que las manifestantes se encontraban todavía protestando. Mientras que la Brigada Marabunta registró uso de gases y polvo de extintor para disuadir a quienes intentaban derribar las vallas que protegían Palacio Nacional. Un día después, la presidenta encabezará un festival en ese mismo espacio, el Zócalo de la Ciudad de México, para celebrar con militantes, funcionarios y simpatizantes la pausa en la imposición de aranceles del 25% por parte de Estados Unidos a las exportaciones mexicanas. Con información de Dalila Sarabia Por: Erendira Aquino y Marcela Nochebuena |
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