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Hoy quiero exponer una situación que raya en lo absurdo. Desde hace muchos años, la Dirección General de Recaudación arrastra un lastre que ha causado serios problemas, sobre todo de imagen hacia el exterior. | ||||
Martes 13 de Mayo de 2025 | ||||
Por: Correo Electrónico | ||||
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Hoy quiero exponer una situación que raya en lo absurdo. Desde hace muchos años, la Dirección General de Recaudación arrastra un lastre que ha causado serios problemas, sobre todo de imagen hacia el exterior. Durante la administración pasada se tuvo la idea de colocar en puestos clave a una persona de muy bajo nivel educativo y con pobres modales, llamado Diego Meléndez, quien haya sido como haya sido terminó ascendiendo de jefe de Enlace de Oficina hasta subsecretario de Ingresos. A pesar de lo problemático que fue su paso por la dependencia, dejó detrás de sí a una serie de personajes igualmente cuestionables: flojos, prepotentes, e incluso señalados por actos de corrupción. Aun siendo exhibidos, siguen generando más problemas de los que resuelven. El único que ha salido por la puerta de atrás fue el exadministrador de la oficina de Boca del Río, un tal Cristian, quien se ufanaba de ser amigo íntimo de altos funcionarios. Durante seis años se dedicó a la extorsión y al robo en la oficina de Hacienda. Finalmente, se vino a esconder con su cuadrilla, pero su historial fue tan negativo que ya no lo pudieron encubrir más y tuvo que irse. Sin embargo, aún quedan en la subdirección de Ingresos otros llamados en los pasillos como “los Dieguitos”: pelafustanes, buenos para nada, prepotentes, e incluso familiares políticos de Diego Meléndez, convenientemente acomodados en diferentes áreas. Llama la atención que estos personajes parecen seguir operando bajo las órdenes del mencionado jefe Diego, al parecer listos para “dar el pitazo” si algo irregular llega a saberse, avisándole de inmediato a “papi”. Aunque escondidos y agachados, mantienen una actitud arrogante y de superioridad sobre los demás. Tal es el caso de una tal Laura Zarcillo, quien se siente jefa aunque no llegue ni a “perico perro”, y que aparentemente se siente respaldada por no se sabe quién. Insulta, señala sin fundamentos, y grita a quien se le antoje, siempre pide tener a chicos de servicio a su cargo para poder gritarles y sobajarlos. Eso sí, cuando necesita algo, se dirige a sus compañeros con un “amiguito” o “amiguita”. Esta señora ( por qué está casada y su esposo está en la misma área de trabajo, sin hacer nada), sí! llegó traída por Diego Meléndez, y desde entonces, vive mareada en una hoja por la altura a la que se subió. Jefes y jefas en turno le asignan cuadrillas completas de prestadores de servicios o jóvenes en formación, y según ella por qué saca todo el trabajo de ese departamento, pero la misma gente de ese departamento ya le levantó un acta administrativa por su falta de educación, antes nadie decía nada porque tenía el respaldo de su “más que amigo” Diego Meléndez, pero ahora se siente aún más inflada, ( será que la secretaria particular del subsecretario de ingresos KAREN aun personal residuo de Diego la proteja), pues se rumorea que está pidiendo favores nuevamente para tener poder en esa área. ¿Será por eso que anda tan crecida? Que no se le olvide cuántas veces subió a las oficinas del subsecretario de Ingresos de la administración pasada, a aquellas “largas juntas” de las que salía hasta sudando. Hace unos días, le gritoneó y humilló a una chica de nuevo ingreso. ¿Mañana qué será? ¿Retar a golpes?, señor director de recaudación donde está el supuesto cambio, como deja a este tipo de personajes que siga operando para Diego Meléndez y su jefa de departamento ojalá no caiga en el mismo juego que cayeron todos los jefes anteriores que le daban el poder. Vaya herencia dejó Diego Meléndez: aprendices maleducados, incapaces, ignorantes e incompetentes. Y mientras tanto, hay personal con muchos años de servicio, con problemas personales y laborales, pero que aun así saca adelante el trabajo con excelencia en ese mismo departamento. Y, por cierto, en esta carta abierta que se comentó sobre los “residuos” de Diego Meléndez. Toda la Dirección General de Recaudación se pregunta cuál es el paradero de la compañera de la Subdirección de Ingresos, Roxana Hernández Domínguez, otro residuo mas, quien lleva desaparecida y sin presentarse a laborar desde hace cinco semanas. No existe una incapacidad médica registrada; las vacaciones de temporada son de tres semanas y ya no están vigentes. Ni siquiera acumulando permisos económicos sería posible justificar una ausencia con goce de sueldo durante cinco semanas. ¿Quién está brindando el respaldo para que pueda ausentarse? Será que Diego Meléndez aún tiene poder desde donde sea que se encuentre. ¿Será que acudió nuevamente al estado de Texas o a Colombia para realizarse algunos cambios estéticos? Y no es por lo que se haga, sino porque es la persona en la Dirección General de Recaudación que más permisos ha gozado, sin contar sus vacaciones. Mientras tanto, hay personal con enfermedades graves o terminales a quienes el IMSS únicamente les otorga incapacidades de 15 días. Así de lamentable está la situación en la SEFIPLAN. Una administración que se ha desgarrado las ropas por luchar por la corrupción y permite que aun existan estas malas prácticas. |
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