'Seguimos en la tempestad': damnificados de 'Barry' enfrentan pérdidas y abandono. | ||||||
“Se metió el agua, mira, aquí se nos echó a perder todo. Lo poquito que tenemos se echó a perder y lo que no, con la humedad va a quedar inservible...pero aquí seguimos, en la tempestad”, relató Álvaro, uno de los alrededor de 2 mil damnificados. | ||||||
Miércoles 09 de Julio de 2025 | ||||||
Por: La Jornada | ||||||
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“Se metió el agua, mira, aquí se nos echó a perder todo. Lo poquito que tenemos se echó a perder y lo que no, con la humedad va a quedar inservible...pero aquí seguimos, en la tempestad”, relató Álvaro, uno de los alrededor de 2 mil damnificados. En la misma situación se encuentran comunidades de los municipios de Altamira, Ciudad Madero y González. La Coordinación de Protección Civil de Tampico reportó precipitaciones superiores a los 300 milímetros, equivalentes a 250 litros de agua por metro cuadrado. Aunque el nivel del agua ha comenzado a descender, el temor permanece entre los habitantes. “El río Tamesí subió bastante de un día para otro; estábamos confiados, pensamos que ya no iba a aumentar su nivel”, narró Álvaro. “El sábado pasado nos dormimos como si nada y el domingo ya teníamos el agua hasta el tope”, contó a su vez Sandra, vecina de una de las riberas del río. Las pérdidas materiales rebasan por mucho las posibilidades económicas de quienes ahí habitan. Desde el impacto de Barry -segunda formación ciclónica de la temporada en el Golfo de México- los tres niveles de gobierno han trabajado de manera coordinada. El gobernador, Américo Villarreal, encabezó reuniones de emergencia junto a la Coordinación Nacional de Protección Civil y las autoridades municipales. Sin embargo, el descontento social crece ante la insuficiencia de apoyos. Jorge y Mario, pescadores dedicados a la captura de jaiba y ostión, lamentan el impacto económico por los estragos que casó el meteoro. La contaminación de los cuerpos de agua y la falta de controles sanitarios impiden comercializar sus productos. La ayuda alimentaria tampoco les ha alcanzado a miles de familias en las riberas de ríos, lagunas y costas de Tamaulipas. “Pues viendo el agua nada más, porque de ayuda, nada. Nada pa’ acá. Ni una despensa nos han mandado”, reclamó Jorge, secundado por Mario. “Según dicen que están repartiendo despensas (en otras zonas) pero aquí no llega nada. Que el gobierno traiga algo, porque somos bastantes familias, varias, no nada más nosotros”, demandó. Lo paradójico, apuntaron, es que viven a escasos 300 metros del Centro de Mando instalado por las autoridades, donde elementos de las Fuerzas Armadas, Guardia Nacional y dependencias civiles han montado un operativo para salvaguardar bienes abandonados, reforzar los bordos con costaleras y distribuir los apoyos. Pese a los esfuerzos y el despliegue de fuerzas federales y estatales para atender los daños por la tormenta Barry, en los márgenes del río Tamesí y en los asentamientos más precarios la ayuda es intermitente y, en algunos casos, no ha llegado. |
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