Toda vez que los principales medios dan cuenta de las guerras, destacando más, lo que sucede entre Irán e Israel; dejando por el momento sin tantos reflectores a Ucrania y a Gaza. No así a Yemen, donde los hutíes ya también la arremetieron contra Israel, de nueva cuenta protegido por don Jehová, pero esta vez a través de Washington; y les lanzaron misiles hipersónicos...
Que vaya a saber alguno de mis tres amables lectores, de dónde los obtendrían, porque no se sabe que ellos los fabriquen. Pero ya también le entraron a favor de Irán, Nación que se está defendiendo del ataque de Israel...
En el fondo de toda esta animadversión, sólo que de ello no se habla, no está en el uranio, está en las religiones. Unos creen en Jehová y los otros en Alá. Tan ridículo, como si se mataran porque unos le van al América y los otros a las Chivas del Guadalajara...
Antes de que fuera derrocado el Sah -o Sha- Mohammad Reza Pahleví (1919 - 1980) destronado un año antes por la revolución que encabezó el ayatolá Ruhollah Jomeini (1902 - 1989) la llevaban bien; pero los fanatismos siempre terminan mal...
Como todo lo que está sucediendo, que no parece que vaya a acabar nada bien. Finalmente, ya es poco lo que se puede hacer para cambiar las cosas, pues para que las cosas cambien, el primero que tiene que cambiar, es quien quiere que las cosas cambien. Esperar que cambien sin que uno cambie, es, por decirlo suavemente, un tanto cuanto infantil...
Pero como la gente no quiere cambiar, así enfermos están bien, las cosas no van a cambiar...
Mejor les voy a comentar de algo, que les pueda ser de utilidad, aunque de antemano sé que no van a hacer caso, pero, de todas maneras, como cada quien debe de hacer lo suyo, pues ultimadamente es lo único que cualquiera puede hacer; así que va...
Me viene la idea, porque leyendo el Excelsior, el periódico de la nacional, me encuentro con una serie de anuncios dirigidos a los hipertensos, en los que les prometen destapar las arterias y llevar a su presión arterial 80/120 en cuestión de días, con hierbas, infusiones, machacados y lo que se les pueda ocurrir, y lo mejor de todo, sin medicinas -como sí las yerbas y los minerales no fueran medicinas-. Pero, en fin, la publicidad es para captar gente que se beneficie con sus inventos y los cobran...
Voy despacio y sin términos científicos. Todo lo que sobra de lo que comemos, es decir, cuando comemos más de lo que el organismo necesita para seguir viviendo, se convierte en grasa. Misma que se adhiere por donde puede, lo mismo en el corazón, que, en las arterias, que, en el hígado, que en las “llantitas” que luego se inflan casi solas y en las arterias...
Lo que poco a poco va cerrando la luz de las mismas. Con lo que disminuye el flujo de la sangre a todo el organismo, como si le llegara menos gasolina a un motor. El método que usan los cirujanos, es el de los destapacaños. Meten por la arteria una especie de alambre que tiene en la punta como un globito, que se infla no mucho y además hay que saberle dónde para que al regresarlo se lleva lo que estaba adherido...
Más o menos como limpiar una pipa. Pero se requiere de personal muy especializado que no ha descubierto ninguna hierba maravillosa, infusión o té que solucione el problema. Y que, según la publicidad de los anuncios, se van a quedar sin chamba, en cuanto la gente se entere de sus descubrimientos...
Y hasta ellos se van a quedar sin chamba, en cuanto se enteren de otro descubrimiento que destapa las arterias...
Si la gente hipertensa comienza a comer menos de lo que necesita, entonces va a bajar de peso, porque el organismo, para seguir funcionando, necesita gasolina, azúcares y echa mano de las grasas que tiene almacenadas... Pero como el organismo sabe lo que hace. Las primeras grasas de las que echa mano, no son las de la palada o la nalga, sino de las que tiene más a su alcance. Las que están adheridas a las arterias...
Si el hipertenso deja de comer y solo toma agua, el poder del ayuno lo saca adelante sin medicamentos maravillosos, calditos nocturnos, jugos de plantas. Y lo mejor de todo es que es gratis. Pero si tiene sus buenos guardaditos, también hay clínicas de ayunos en varias partes del mundo, en California seguro, pero habrá que esperar a que se calmen las cosas...
Ahí lo apapacharán, le darán trato de VEP y lo regresarán al mundo como nuevo; eso sí, les va a costar una buena lana. Y sólo les darán agua y atole con el dedo. Pero...
En este mundo de tragones, difícil es que se animen a dejar los chetos y la Coca por unas horas. Pero ya que hablamos de los vicios, pomposamente llamados adiciones...
Que desmantelaron un laboratorio de metanfetaminas, fentanilo y esas cosas, que tenía una pista de aterrizaje, más larga que 4 campos de fútbol...
Bien que lo hayan descubierto, porque estaba re bien escondido. Los vecinos seguido se quejaban de que aviones les volaban por sobre sus casas. Pero bueno, que bien. Ahora qué van a hacer con toda esa infraestructura. A ver si no la quieren rifar, como el avión de AMLO...
Por cierto, que nada bien que la señora Presidente viaje en aviones de línea. Deberá dejar de hacerlo. En 1969 Carlos Madrazo falleció en un accidente de avión, en el que también viajaba Rafael “El Pelón” Osuna.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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