AUNQUE LO negó, incluso, días antes de que concluyera su Gobierno, muy a pesar de que las cifras oficiales revelaban que en Veracruz (en 2024) cada 2 días se descubría una toma clandestina de hidrocarburos, lo que ponía en entredicho el fiero combate al huachicol decretado al inicial la administración, lo cierto es que Andrés Manuel López Obrador algo ocultaba, por lo que han comenzado a brotar evidencias a borbollones, con hechos que dejan muy mal parada a la Guardia Nacional, el Ejercito, Marina, Policía Estatal y Municipales que durante su gestión y en las postrimerías de esta, ni veían ni escuchaban, y como que de pronto perdieron el habla y el resto de los sentidos, sobre todo, el de la responsabilidad con la patria. Y es que en 2024, AMLO vociferaba que en México, concretamente, en su Gobierno ya no había huachicol, y hasta levantaba un pañuelito blanco en señal de triunfo, a sabiendas de que mentía, cínicamente, con todos los dientes, pues de pronto apareció en Coatzacoalcos una mini refinería clandestina que si producía combustibles piratas, sobre todo diésel y algunos derivados de aceite, mientras que en el municipio de Las Vigas de Ramírez, concretamente, en un predio de la colonia Barrio de la Cruz de la Misión, a solo 35 kilómetros de la capital Xalapa, la Fiscalía General de la República (FGR), a través de la Fiscalía Especializada de Control Regional (Fecor) decomisó -apenas el martes 8-, 933 mil litros de hidrocarburo, 64 vehículos, la mayoría pipas o carros tanques, tres cisternas y contenedores”, de instalaciones que hacían suponer otra mini refinería, según el comunicado de la FGR, y por si no fuera suficiente, en los municipios de Ramos Arizpe y Saltillo, municipios de Coahuila, se logró el lunes siete el aseguramiento de hidrocarburo más grande de la presente administración Federal, al ser detenido un tren con 129 carrotanques que contenían huachicol, según confirmó el Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch. Se trata de más de 15 millones de litros de combustible de procedencia ilícita, entre otros diésel, gasolina y destilado de petróleo de procedencia ilícita. El decomiso supera en aproximadamente 50 por ciento al aseguramiento “histórico” de hidrocarburos de procedencia ilícita efectuado a finales de marzo de este año en el puerto de Tampico, Tamaulipas, cuando autoridades federales aseguraron 10 millones de litros de diésel que eran transportadas en un buque que arribó al puerto de Tampico el 19 de marzo de este año, presuntamente con carga de aditivos para aceites lubricantes. Sin embargo, al ser interceptado, se descubrió que transportaba una gran cantidad de diésel de procedencia ilegal.
LO DE Las Vigas, entonces, fue peccata minuta, esto es, cosa pequeña o sin importancia comparado con Coahuila, aunque se siga negando la existencia de redes que controlan el huachicol, donde, por supuesto, no son ajenos altos funcionarios que sin menoscabo del daño que causan al País, siguen haciéndose de la vista gorda, porque, lea usted: tan solo en el caso de la mini refinería de Coatzacoalcos, hace seis años, en agosto de 2019 (tiempo de la presidencia de AMLO), se deforestó una gran cantidad de árboles y vegetación para iniciar la construcción de esas instalaciones en Coatzacoalcos, la que operaba con fachada de una planta de tratamiento de residuos industriales denominada Energía Ecorenovable, y nadie se dio cuenta absolutamente de nada, o al menos eso dice desde el alcalde del antiguo Puerto México, Amado Cruz Malpica al igual que otros munícipes conurbados. Y es que bastó una revisión a imágenes de la plataforma Google Maps, para percatarnos que en agosto de 2017, el terreno donde se encuentra esa planta ilegal estaba cubierto por árboles frondosos y arbustos, cerca de la carretera Coatzacoalcos-Villahermosa, pero en agosto de 2019, en el mismo lugar, varios de los árboles ya no existían y en su lugar ya aparecía un terreno con camiones y mobiliario industrial, y uno se pregunta: ¿Quién o quienes dieron los permisos para deforestar, cuando tirar un árbol es peinadísimo en Veracruz?. Fue un trabajo que requirió aprobación y permisos tanto de autoridades Federales como Estatales y municipales, pues las imágenes de la plataforma muestran que en la planta en construcción se habían colocado dos láminas de gran tamaño y líneas de alambres de púas como una especie de barda improvisada. Además, dos pedazos de madera blanca servían como portón.
EN LAS imágenes se destaca que no fueron colocados carteles donde se informara el número de permiso de construcción o algún documento similar, necesario en cualquier obra de este tipo, además de que la planta fue construida a unos metros de una torre de alta tensión de CFE, pese a los riesgos que esto conlleva, acaso para subsanar energía clandestina. En mayo de ese año se retira el alambre de púas y las láminas son sustituidas por una barda de cemento, y dos años después, en julio de 2021, en el terreno ya se encontraba más mobiliario industrial, como tubería y almacenes de metal de gran extensión, así como un camión con una especie de grúa. En el portón fue colocado un cartel advirtiendo no entrar a la planta por ser una propiedad privada y “área electrificada” que advertía: “Propiedad privada. No pasar. Área electrificada. No respondemos por su seguridad”. Para mayo de 2022 se retiran los alambres de púas y los dos pedazos de láminas y son sustituidos por una barda de cemento y tabique, lo que ya da el aspecto a una planta más formal. El portón también se sustituye por uno de mejor calidad. La tala de los árboles también se intensificó, pues desaparecen varios de los que se encontraban cerca de la entrada. Los restos de un tronco, de varios metros, dan cuenta de esa deforestación. Seis meses después, en noviembre de 2022, la planta ya se aprecia con una imagen similar a una pequeña refinería como la actual: una construcción de tres pisos, en donde destaca un tubo de varios metros que domina la planta artesanal. En este año se observa que la planta ya esta en forma y fue dotada de un contenedor de grandes proporciones para almacenar combustible, y hay constante presencia de pipas y tráileres dentro de las instalaciones. En abril de 2024, como medida de seguridad, en la entrada de la planta fueron colocadas una cámara de vigilancia y un espejo circular para observar quiénes llegaban a la minirrefinería clandestina. Y curiosamente, ninguna autoridad se percató del movimiento en la planta, de la salida y entrada de carros tanques, de los trabajadores que allí laboraban y de tantas cosas que son notables, por lo que no se duda, ni instante, que operaba con la anuncia de autoridades.
DE ACUERDO con el Instituto para la Gestión Administrativa y Vinculación Municipal (IGAVIM), durante el año 2024, el último del gobierno de López Obrador y de Cuitláhuac García, en el Estado de Veracruz se detectaba una toma clandestina para el robo de combustibles cada 2 días y medio. Esas cifras eran aún peores en el año 2023, pues prácticamente cada 20 horas era detectada una toma clandestina. El organismo precisa en un estudio que, conforme a sus registros durante el año 2024 en Veracruz fueron ubicadas 145 tomas clandestinas, cifra mucho menor a la de 2023 cuando alcanzó un total de 421. Los municipios en territorio veracruzano con mayor número de tomas clandestinas son Isla y Sayula de alemán, con 20 tomas cada uno, seguido de Tierra Blanca con 18 y Juan Rodríguez Clara con 18. Pero AMLO mentía en cada discurso, y las consecuencias se están viviendo, y uno se pregunta: ¿Cuántas mini refinerías o almacenamientos de huachicol se requieren para que se investigue a funcionarios de la 4T, intocables porque se afectan al Movimiento?. Vaya usted a saber. OPINA carjesus30@hotmail.com
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