Por Omar Zúñiga
La selección del rector en la Universidad Veracruzana, como en la mayoría de las instuciones de educación superior públicas del país, la realiza un “grupo de notables”, reunidos en la Junta de Gobierno.
Son nueve personas, que luego de que los aspirantes se convierten en una terna de candidatos, se encierran a piedra y lodo, en una especie de cónclave cardenalicio y no salen hasta que salga humo blanco.
La cosa es que los “notables” no son purpurados, ni el rector es el Papa y el proceso de selección debe ser claro y explicado, tanto a los candidatos perdedores, pero sobre todo de cara a la comunidad universitaria en su conjunto.
Resulta que en la UV ha sido todo lo contrario y el proceso de selección de quien hoy dirige Martín Aguilar (nos guste o no) los destinos de la Veracruzana, fue, como ha sido todo su rectorado, opaco y turbio.
Antes de entrar a deliberar hace cuatro años, entre los nueve integrantes de la Junta de Gobierno, se percibía que nadie tenía los seis votos necesarios para ser ungido rector.
Al final, no solo fue seleccionado Gerardo Martín Aguilar (que además fue el peor evaluado), sino que el proceso fue por unanimidad, es decir, todos de acuerdo, nadie en discordia…, uuuuffff.
Cuando se les pidió tansparentar el proceso, la mentada Junta asintió y así lo hizo…, un mes después publicó los documentos, ya que el rectorcito había jurado “guardar y hacer guardar” la legislación universitaria.
El tema es que el proceso debe ser transparente, y esa es precisamente una de las demandas de Jorge Manzo Denes, que plantea convertirla en realidad cuando esté en sus manos hacerlo: transparentar la sesión en la que se unge al rector, incluso con transmisión en vivo a través de las plataformas digitales que sean necesarias.
Manzo quiere ver a la Universidad Veracruzana como una de las mejores instituciones de educación superior del país, en la que se eficienten sus procesos para terminar con la enorme burocracia que la hace trastabillar a cada momento.
Hay recursos humanos suficientes para lograrlo, el reto es grande, pero nunca más grande que la Universidad, Jorge Manzo lo sabe y Martín Aguilar nunca se enteró.
Habrá que estar pendientes, para ver quién más se apunta a tomar el toro por los cuernos, con un plan factible para devolverle a la UV su grandeza.
¿Es tiempo de abogados y abogadas generales o de doctores?
Como sea, es tiempo de renovación.
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Para documentar el optimismo, la banalidad del actual superdelegado del Bienestar en Veracruz, Juan Javier Gómez Cazarín, parece no tener fin.
Luego del ridículo por la grabación de un video donde el excoordinador de la Jucopo Veracruz canta a ritmo de cumbia (o algo así) la adaptación de una canción infantil, información publicada en El Universal, por el periodista Édgar Ávila nos revela lo que puede hacer una persona que busca mantenerse en el ánimo de la gente que ya no quiere nada con él.
Pues resulta que nuestro personaje, también conocido como Carón, rifó a través de sus redes sociales, cuatro boletos boletos dobles (ocho en total) para uno de los conciertos en Ciudad de México de “Chakira” (así le dice el letrado funcionario a la cantante Shakira), además de seis mil pesos en efectivo.
El flamante funcionario del gobierno federal, máximo representante del mayor programa asistencialista de la 4T, que le ha redundado en el control de la gente a través del miedo, hizo el sorteo a través de una “trivia”, contestando “cuatro simples preguntas”, relacionadas con Morena:
1. ¿Cuánto reciben de pensión los adultos mayores?
2. Nombre de la Presidenta de México.
3. Nombre de la Secretaria de Bienestar del Gobierno Federal; y
4. Nombre de la Gobernadora de Veracruz.
En Ecuador, Abdalá Bucaram llegó a la Presidencia de su país en 1996, luego de muchos intentos de buscarla. Se le recuerda por haberse desquiciado y subir a los foros a cantar y bailar, ya siendo presidente. Fue destituido solamente seis meses de haber asumido.
La falta de conciencia, puede ocasionar que una persona se desquicie, -no es broma-, y que termine en la casa de la risa, y por lo que se percibe, no falta mucho.
La pregunta es, -con este tipo de acciones que banalizan la política, ¿cuánto tiempo más lo sostendrán en la superdelegación del cuarto estado más importante de país?, pues una cosa es ser extrovertido y otra ridiculizar a las instituciones que representa.
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com
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