En MORENA la elite de mando decidió repartirse la encomienda de atender la elección municipal en Durango y Veracruz, encargando a Andy López Beltrán atender el proceso electoral en el estado norteño, donde se elegirán 39 ayuntamientos, y a la dirigente nacional, Luisa Alcalde, vigilar el proceso electoral de Veracruz donde serán electos 212 alcaldías. En el desempeño de esa tarea la señora Alcalde ayer recorrió algunos puntos de la zona centro de la geografía veracruzana, Orizaba y Córdoba, entre ellos. Es obvio el interés de los medios de comunicación por lo que diga o haga la dirigente formal de MORENA, lo explica la condición de partido gobernante y su búsqueda del “carro completo” en su especial circunstancia, porque aspirando a la hegemonía aun requiere de soportes adicionales, que en este caso los aporta el Verde Ecologista, en una relación de siameses políticos, porque MORENA desea consolidarse electoralmente t a su vez el Verde se favorece con esa alianza pues participando en solitario difícilmente pudiera conseguirlo, como lo podrá comprobar el PT, el otro partido satélite que por ahora decidió concursar sin el bastón de mando de MORENA. Por ahora, la percepción publica favorece a MORENA y a su satélite, quizás no a causa de una genuina fortaleza, sino porque cuenta con recursos adicionales a los cuales no tienen acceso ni el PRI, ni el PAN, y en algunos casos tampoco Movimiento Ciudadano. Los números de junio traslucirán la nueva configuración del mapa político veracruzano.
Decíamos que la señora Alcalde estuvo en gira por Orizaba y Córdoba, usa un discurso que se asemeja a la imagen de la serpiente mordiéndose la cola porque abunda en contradicciones que gracias al escaso interés ciudadano pasan desapercibidas. En Orizaba, por ejemplo, donde el candidato oficialista es Igor Rojí López, ex priista convertido en Morenista, la presidenta de MORENA soltó este rollo: ¿“queremos la corrupción, los privilegios que significa el PRIAN? ¿queremos seguir con el tufo de Fidel Herrera? En ese atropellador discurso (porque su aliado electoral en Veracruz desciende de Fidel Herrera), supuso que con Igor Rojí ya no se aprovecharán de “los cargos de gobierno para hacer negocios personales, para seguirse enriqueciendo las mismas familias…”; olvida la señora Alcalde que Rojí en su tiempo fue expresión netamente priista, o, ¿acaso insinúa que apoyándolo MORENA todo cambiará? Tal vez así lo quiere hacer creer, porque en Córdoba aludió a la “historia de saqueos” de gobernadores “corruptísimos”, olvido o simplemente “le valió” que el gobernante más reciente de esta entidad tiene el sello de su partido, a cuya gestión, por cierto, la Auditoría Superior de la Federación descubrió millonarios desvíos. Así sucede cuando eso ocurre, porque en la Ciudad de los Treinta Caballeros las recientes administraciones municipales han sido de su partido. Es el circulo eterno de la serpiente mordiéndose la cola. |
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